martes, 24 de agosto de 2010

Manual para entender el Bicentenario
Por ningún motivo, queridos lectores, vayan a caer en el error de que yo tengo algún planteamiento ideológico, social, cultural, filosófico o histórico serio para poder escribir una guía de cómo debemos recibir este evento. ¡No! Lo que sí puedo expresar es mi completo ánimo vomitivo cuando veo todo lo que el gobierno y los medios de comunicación hacen entorno a lo que ellos llaman "Bicentenario". ¡En qué están pensando! O mejor dicho, creo que no están pensando en nada nuevo. No se que cuál sea su opinión, pero yo creo que este evento histórico ya es el pretexto perfecto para seguir dando atole con el dedo a millones de mexicanos acostumbrados a gritar "viva México cabrones" cuando estos se lo piden; o a otros cuantos que sólo cuando hay elecciones se toman muy en serio la "ondita de la democracia" y votan alegremente por el partido al que le va su papá, el que está de moda entre los "chavos" señalando a los que decidimos no votar por ninguna de las deplorable opciones que nos imponen a huevo. Se ha perdido el foco histórico y la estrategia de partida para el futuro del país.

El Bicentenario debería de entenderse desde otra perspectiva; con una visión de estado enfocada al futuro así como con una mentalidad cultural que nos permitiera tener memoria histórica para enfrentar retos sociales y económicos para mejorar la calidad de vida de futuras generaciones... ¡No con la pinche canción de Aleks Syntek y las fregaderas que vemos diario en todos lo medios!

No estoy seguro que haya mucho que festejar debido a la situación tan alarmante que vive el País. Pero de lo que si estoy seguro es que si hace una o dos generaciones atrás hubiera existido un manual más claro de cómo entender a México, hoy nosotros enfrentaríamos una realidad menos complicada. Por eso los invito, queridos lectores, a dar nuestro grito, a festejar el verdadero Bicentenario. Cambiemos nosotros mismos en lo que sabemos que estamos mal para poder cambiar lo demás. Este país únicamente lo podemos rescatar los ciudadanos...

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