viernes, 10 de septiembre de 2010

Los 10 tacos que debes comer en el Bicentenario
Si hay algo que debemos celebrar en México es la bendita cultura del taco. Por eso me sumo con gran júbilo al festejo de los 200 años de libertad de nuestro bello y sabroso México, preparando en conjunto con los más distinguidos paladares taqueros sobre suelo chilango, una guía rápida de las diez taquerías que debes visitar en septiembre. No están en orden de preferencia y he incluido todo tipo de establecimiento; desde el más "nice" hasta el puesto más rascuache pero delicioso. ¡A comenzar el tour del taco y no olvides tu sal de uvas!


1. El Borrego Viudo
Av. Revolución #241
Casi esquina Viaducto


2. El Charco de la Ranas
Río Mixcoac #104
Esquina con Lorenzo Rodriguez
Periférico Sur #2772
Entre Luis Cabrera y San Jerónimo


3. El Farolito
Prolongación Bosques de Reforma #1813 int.301
Cetro Comercial Pedregal




4. El Huequito
 Ayuntamiento 21, Gante 1 y Bolivar 58. En la del Valle, Tintoretto 148 y Pennsylvania 43.



5. Los Parados de Enríquez
Insurgentes Sur 4061




6. Super Tacos Chupacabras
Río Churubusco y Universidad




7. Tacos Beto o "Los de cochinada"
Vértiz #1023, Narvarte 




8. El Villamelón
Tintoretto #123, Cd. de los Deportes. Nápoles




9. Taco Express o el festival del taco
Av. San Fernando #632




10. Tacos Charly
San Fernando #201 esq. Fuentes, Toriello Guerra.



viernes, 3 de septiembre de 2010

Matar o no Matar a un Oso
Me sorprendió mucho el planteamiento creativo desarrollado por la agencia especializada en virales, Buzzman de Francia para su cliente Tipp Ex Bic. Aunque este producto es muy poco común verlo en un ambiente de trabajo, el esfuerzo para promocionarlo en YouTube por medio de una estrategia interactiva me parece, auqnue ya varias veces vista, realmente sorpresiva al momento de que puedes reescribir e inmediatemente después ver lo que piensas. Y no es por nada, pero "el producto real" de la primera escena es una propiedad inventada hace tiempo para la tv de México por mi equipo, y verla en Internet es una maravilla. Véanlo y hagan el "drill in". Les aseguro que les va a gustar.


jueves, 2 de septiembre de 2010

¿Somos como manejamos?
o mi teoría sociocultural sobre ruedas 


Al igual que la mayoría de ustedes, al menos que sean más afortunados que el promedio, todos los días me tengo que enfrentar a una terrible realidad de la evolución humana... Lidiar con el maldito tráfico. Después de tantos años de padecer este mal y pasar todos lo días un promedio de dos horas parado en periférico, hoy me vino espontáneamente a la cabeza una teoría comparativa entre el comportamiento social y la educación vial de este bicentenario país.


Salí de mi casa con el tiempo vagamente sobrado para poder controlar cualquier imprevisto. Todo iba con normalidad hasta que un nuevo bache ocasionado por la lluvia apareció en la angosta calle que me lleva hasta periférico sur. Me tuve que frenar para tratar de esquivar dicho hoyo cuidando no llevarme una llanta, cuando para mi sorpresa justo en el auto rojo detrás de mi, una mujer histérica junto con todos sus pequeños hijos, comenzó a tocar su bocina como si su vida dependiera de que la escucharan hasta la siguiente cuadra. Aquí comienza el primer punto de la teoría: vivimos en un país intolerante donde los ciudadanos, que sin saber las razones que generan una situación determinada, reaccionan con impulso cavernícola. Y no sólo eso, sino que también los niños aprenden de los actos que ven en sus modelos a seguir, es decir, en ese auto ya iban tres futuros intolerantes en potencia.


Después de tragarme las ganas de gritarle algo a esta señora debido a que iba acompañado por mi hija, seguí rumbo a mi destino. Justo al entroncar con Viaducto Tlalpan y dar la vuelta para incorporarme, a escasos cien metros, un señor se frena en plena lateral para bajar a dos mujeres con la agilidad de un elefante artrítico justo en el puente peatonal. Yo, sorprendido del hecho, les toco mientras aguardo en medio de una vía rápida arriesgando a que otro auto me pegue, a que las señoras bajen, se despidan y así poder avanzar. Creo que en ese momento mi rostro expresó como nunca mis pensamientos porque la reacción de estas mujeres a él fue violento... ¡Me retaron negando su negligencia vial con ademanes nada amigables! Segundo punto de la teoría: Un mexicano siempre hace lo quiere aunque ponga en riegos a terceros. Nunca acepta sus errores porque todos están mal menos él y su sentido común es, en efecto, el menos común de sus sentidos. 


Para cuando conseguí llegar hasta la lateral de periférico después de echar lámina para impedir el paso de  toda una tercera y hasta cuarta línea de coches buscando "avivarse para chingarte", (tercer punto teórico: La cultura del "que no transa no avanza") pensé que ya nada podía ser peor a lo que su servidor está acostumbrado. ¡Error! Las calles de México, al igual que las tragedias que azotan al país, siempre pueden ser mucho peores de lo que imaginabas. Un par de seudo policías abordo de su patrulla trataban desesperadamente de rebasarme a toda costa sin conseguir hacerlo debido a la cantidad de tráfico. Comenzaron a encender su molesta sirena junto con su distintivo altavoz para exigir que me apartará. Ahí fue cuando ya no pude aguantar más mi eminente molestia. Comencé a hacerle señas por el espejo retrovisor insinuándole que no iba a moverme para dejar pasar a dos animales que sólo iban tarde al desayuno con el resto de sus "parejas". Al ver mi reacción más insistieron con el ensordecedor ruido, hasta que de repente logran emparejarse a mi por la derecha, y al ritmo de un "Pipi pipi pi" me mientan la madre y siguen su camino a las tortas más cercanas...


Y es ahora queridos compañeros, cuando les dejo mi cuarto punto de la teoría: las instituciones y los servidores públicos están para todo menos para atender las necesidades de los ciudadanos, y por más que un mexicano consciente trate de hacer bien las cosas, ¡no puede aguantar tanta mierda!  Dejo esta teoría a su amable consideración esperando que sirva para reflexionar acerca de lo fregados que estamos, o por lo menos, para que le mienten la madre a cuanto idiota vean en la calle a ver si así logramos por lo menos desahogar nuestra latente frustración.